Esta obra es puro Romanticismo – un hombre solitario, detenido en contemplación e introspección, cautivado por la neblina proveniente del mar, como si fuera una experiencia religiosa o espiritual. Se pregunta sobre el futuro imprevisto. Nada puede detenerlo en su conquista del mundo – sólo hay un ser humano y la grandeza de la naturaleza. La leyenda cuenta que el hombre es Friedrich mismo, aunque esto no pude ser probado.