La araña by Odilon Redon - 1887 Museo Nacional de Cracovia La araña by Odilon Redon - 1887 Museo Nacional de Cracovia

La araña

litografia crayon •
  • Odilon Redon - April 20, 1840 - July 6, 1916) Odilon Redon 1887

Cada sábado de las próximas cinco semanas presentaremos un grabado de fines del siglo XIX o principios del XX pertenecientes a la colección del Museo Nacional de Cracovia (Polonia). Hoy presentamos uno de los grabados más extraños que he visto en mi vida. Pero también es un tanto encantador, ¿no?

En este grabado, el simbolista francés Odilon Redon vuelve a un motivo que había creado seis años antes en un dibujo a carboncillo, La araña sonriente. Esta araña, junto a la representada en la litografía, también presenta un asomo de sonrisa; sus alegres ojos miran juguetonamente hacia arriba y sus fosas nasales, abiertas de par en par, parecen inhalar el aire con alegría. Cuando contemplamos los grabados de Redon todo parece creíble: que las arañas sonríen y que tienen naricitas simpáticas y diez patas en lugar de ocho. La presencia de arañas, insectos y plantas en la obra de Redon se debe a una larga amistad con el botánico Armaund Clavaud, que introdujo al joven Redon en el fascinante mundo de los organismos vivos de menor tamaño. El desarrollo un conocimiento detallado por parte de Redon sobre el aspecto y la estructura de estas criaturas, hizo posible que representara híbridos creíbles, procesados mediante la fuerza de la imaginación: tallos de flores doblados bajo el peso de cabezas humanas, cactus con rostros humanos y arañas que sonríen y lloran. Apodado “el príncipe de los sueños” por Joris-Karl Huysmans, Redon retrata visiones simbólicas escondidas en sueños. Las obras de los años 1875 - 1889, sin embargo, tienden a parecerse a escenas de pesadillas.

Tanto la estética de estos dibujos y grabados como el esquema de color en blanco y negro de sus obras pueden desencadenar sorpresa o incluso miedo; el resultado de su uso de las técnicas aplicadas. Odilon Redon yuxtapone elementos observados y no observados en la naturaleza, pero lo hace de manera creíble, lo que quizás allanara el camino a los surrealistas. No solo los escritores se referían ansiosamente a sus obras (el protagonista de la novela decadente de Huysmans, titulada “A contrapelo”, coleccionaba obras de Redon), sino también los poetas, cuyos poemas ilustró: como Baudelaire o Poe. Así, se incluiría a Redon en la corriente de los simbolistas, aunque el artista en sí no compartiera todos los ideales de su programa. Reconocido y extremadamente popular mientras estuvo vivo, se convirtió en la inspiración de generaciones posteriores: nabis, fauvistas, Paul Gauguin y Marcel Duchamp.