El caballo de Troya es un relato de la guerra de Troya sobre el subterfugio que utilizaron los griegos para entrar en la ciudad y dar fin al conflicto. En la versión clásica, tras un infructuoso asedio de diez años, los griegos decidieron construir un inmenso caballo de madera y esconder en su interior un destacamento de sus mejores hombres. Los griegos fingieron huir en sus barcos y los troyanos llevaron el caballo al interior de la ciudad como trofeo. Esa noche, el destacamento griego salió furtivamente del caballo y abrió las puertas al resto del ejército griego, que había vuelto al abrigo de la noche. Los griegos entraron y destruyeron la ciudad de Troya, finalizando la guerra de forma decisiva. Metafóricamente, la expresión “caballo de Troya” ha pasado a designar cualquier truco o estratagema que hace que un objetivo invite a un enemigo a un lugar o bastión firmemente protegido. También se asocia con programas informáticos de tipo “malware”, que se presentan como útiles o inofensivos y persuaden al usuario para que los instale y ejecute.




La procesión del caballo de Troya
óleo sobre lienzo •