Tiziano alcanzó la fama internacional a través de sus numerosos retratos, incluidos los del emperador Carlos V, que no deseaba ser pintado por ningún otro artista, y el Papa Pablo III. Los retratos de Tiziano son notables por la forma en que parecen expresar una dimensión psicológica al tiempo que sugieren algo sobre el estatus y la importancia del modelo. Sus primeros retratos (Retrato de un hombre) siguen a Giorgione en su retrato de la melancolía o el estado de ánimo de ensueño.




Clarice Strozzi
óleo sobre lienzo • -