Los paisajes bellamente detallados de Alberto Durero muestran su gran interés en observar la naturaleza. Fue el primer artista europeo en dibujar una morsa. Durero ejerció una gran influencia en los artistas de las generaciones venideras, especialmente en el grabado. Este es el medio a través del cual sus contemporáneos experimentaron mayormente su arte, ya que sus pinturas estaban predominantemente en colecciones privadas ubicadas en unas pocas ciudades. Su éxito en la difusión de su reputación en Europa a través de las impresiones fue sin duda una inspiración para grandes artistas como Rafael, Tiziano y Parmigianino, quienes colaboraron con los grabadores para promocionar y distribuir su trabajo.




Cabeza de una morsa
pluma • 21.1 x 31.2 cm