La Goulue (La glotona), nacida como Louise Weber, fue una ambiciosa lavandera rural que se hizo famosa bailando el cancán. Apodada así por su insaciable apetito, tanto por la vida como por la comida, buscó la fama de forma agresiva, ya fuera bailando con calzones de muselina transparente, posando para fotos publicitarias desnuda de cintura para arriba o cultivando una reputación de libertina. Su ropa habitual consistía en vestidos de gran escote, un peinado que sería muy copiado y una cinta negra a modo de gargantilla. Su aspecto era tan característico que en sus imágenes más famosas, Lautrec ni siquiera necesitó mostrarla de frente. Estas imágenes muestran su deuda con las xilografías japonesas ukiyo-e, en las que los personajes a menudo se identificaban gracias a gestos, peinados o accesorios más que por un parecido tradicional.




La Goulue en el Moulin Rouge
aceite a bordo •