Madeleine era una joven hermana de un pintor, Emile Bernard. Esta obra fue pintada en 1888 durante la segunda visita de Gauguin a Pont-Aven. Gauguin se enamoró debidamente de ella. La joven representada en este lienzo no se parece a los retratos angelicales pintados por su hermano. Parece mayor y su actitud es la de una mujer soñando despierta. Su cabello gastado, su mirada enigmática, sus ojos maquillados y el dibujo cuidadoso de sus labios la convierten en una seductora completamente encantadora. El retrato está ambientado de manera tradicional en una decoración muy sobria. La ilustración visible en la parte superior de la imagen, que durante mucho tiempo se atribuyó a Degas, se identifica como una impresión de Forain titulada At the Opera. En la parte posterior del retrato, Gauguin pintó La Rivière blanche / The White River, un paisaje con un estilo muy diferente que revela los experimentos realizados por el artista a principios del verano de 1888, que culminarían en un cambio de gran alcance para su arte.




Retrato de Madeleine Bernard
óleo sobre lienzo •