El poema de Tennyson “La dama de Shalott” relata la historia de una mujer condenada a permanecer dentro de la torre de Shalott, una isla situada en el río que fluye a Camelot. Nadie más sabe de su existencia, pues su maldición le prohíbe dejar la torre o siquiera mirar por las ventanas. En su lugar, un espejo largo dentro de su aposento refleja el mundo exterior y ella teje un tapiz que ilustra sus maravillas a través de lo que se ve en dicho espejo. A medida que avanza el poema, la dama se vuelve cada vez más consciente del amor que abunda en el mundo externo y se harta de su existencia solitaria en la torre diciendo que está “medio cansada de las sombras”. Después, al ver al Sr. Lancelot cabalgando hacia Camelot, la dama deja su telar para asomarse y verlo directamente desde su ventana, cuya acción inmediatamente consuma su maldición. Su tapiz comienza a descoserse y el espejo se rompe, mientras ella reconoce las consecuencias de su acción impulsiva. Huye de la torre y encuentra un bote en el río que marca con su nombre y lo suelta de sus anclajes. La dama muere antes de que el bote llegue a Camelot, lugar en el que ella hubiera encontrado finalmente la vida y el amor. Lancelot reflexiona sobre la belleza de aquella mujer desconocida cuando los habitantes encuentran su cuerpo desnudo. El amor trágico ilustrado por el poema de Tennyson llamó la atención de los prerrafaelistas y sus seguidores y lo tomaron como uno de sus temas favoritos, por lo que existen cerca de cincuenta representaciones de esta historia, hechas durante la última mitad del siglo XIX y los principios del XX.




Cansada estoy de las sombras, dijo la dama Shallot
óleo sobre lienzo •