Esta escena sensual entre Júpiter e Ìo está inspirada en el clásico de Ovidio, la Metamorfosis. Ío, hija de Ìnaco, el primer rey de Argos es seducida por Júpiter (Zeus en griego), quien se esconde detrás de las dunas para evitar herir a la celosa Juno (Hera en griego). A menudo, Júpiter fue tentado por otras mujeres y tomó varios disfraces para cubrir sus diversas aventuras: por ejemplo, una vez que tomó la forma de un cisne y otra vez de un águila. En esta pintura, él no se está convirtiendo en algo más, sino envolviéndose en una nube oscura, a pesar de que es una luz diurna brillante. Él está abrazando a la ninfa, su rostro apenas visible sobre el de ella. Ío está tirando de la mano vaga y humeante de Júpiter hacia sí misma con una sensualidad apenas contenida. En un momento dado, el duque de Mantua, Federico Gonzaga, quiso colocar esta pintura y sus piezas acompañantes en una sala dedicada a los muchos amores de Júpiter.




Júpiter e Ío
óleo sobre lienzo • 163.5 cm × 70.5 cm