Aquí una calle desolada ha sido capturada y bañada en ese peculiar tipo de atardecer en el otoño cuando todo parece como si fuera un limbo. Todavía no es la puesta de sol, pero es claro que el día terminará pronto. Grandes sombras acentúan cada textura y movimiento. La luz etérea parece casi tangible, dando al mundo la apariencia de un sueño, y en lo oscuro de las sombras la noche ya ha llegado. En este espacio escalofriante, algo profundo tiene o sucederá, pero nosotros no sabemos sobre la escena. Este es un escenario vacío. Se nos muestra una calle justo después o apenas antes de una escena dramática nunca vista. La sombra amenazadora de una estatua, fuera de vista, se acerca hacia esa niña – también apareciendo como un poco más que una emanación. La caja con ruedas, con su propio interior sombrío, parece que indica una caída de trampa, para después enfatizar la escena del impedimento de una tragedia. En este trabajo perturbador y evocador, Giorgio de Chirico, un fundador del estilo Pittura Metafísica (Pintura Metafísica), un precursor al surrealismo, presenta el mismo concepto de la calle como si fuera densa en historia y en posibilidad, en melancolía y en misterio. Cualquier calle banal y vacía, en esta forma, puede ser vista como siniestra y aun perturbadoramente hermosa




Misterio y melancolía de una calle
óleo sobre lienzo •