Sebastián de Morra era un enano y un bufón en la corte de Felipe IV de España. Velázquez retrata todo el cuerpo de Morra, sentado en el suelo, vestido con una rica capa y con sus cortas piernas apuntando hacia adelante en una posición poco elegante que recuerda a una marioneta. Mira directamente al espectador, inmóvil, sin hacer gestos con las manos, sugiriendo una denuncia del trato que el tribunal le hizo a él y a otros enanos. Si bien las representaciones caritativas y naturalistas de Velázquez de los inválidos y enanos mantenidas por la corte sugieren que él, como pintor de la corte, sentía cierta empatía por su situación, las opiniones del pintor no se han descubierto de manera documentada.




Don Sebastián de Morra
óleo sobre lienzo •