San Jorge sobre un caballo fue la última obra de Dürer antes de su salida repentina en un segundo viaje hacia Venecia con la finalidad de escapar de la Gran Plaga. Probablemente este grabado estaba cerca de ser terminado, pues el año 1505 ya había sido grabado en el plato, aunque posteriormente fue corregido por 1508. El fondo fue reducido en escala deliberadamente por motivo del constraste y cualquier indicación del paisaje fue omitida. En este grabado, Dürer buscaba combinar la monumentalidad de su obra El gran caballo con la elegancia de El pequeño caballo. La postura de los dos sujetos capturados desde atrás transmite eficazmente un sentimiento de pausa antes de que el santísimo guerrero avance para defender la fe. Esta escena también fue utilizada en el retablo de la iglesia Ober St. Veit, la cual fue terminada en el taller de Dürer durante su ausencia en Italia.




San Jorge sobre un caballo
grabado • 12 x 9.3 cm