En su primer intento de entrar en el Salón de Paris de 1822, Delacroix trabajó sin descanso durante dos meses y medio en “La Barca de Dante”, su primera obra de entrada en los círculos artísticos. Tras completarlo, Delacroix estaba agotado y débil, y necesitaba recuperación. Algunos informes dicen que la exposición fue aburrida, y la recepción contradijo la esperada sensación de que el artista era ya un colorista distinguido. Ese mismo verano, el estado de Francia compró la obra por 2,000 francos, y se movió al Museo de Luxemburgo. Siete años más tarde de la muerte del artista, se mudó al Louvre, donde reside actualmente.




La Barca de Dante
óleo sobre tabla •