Concierto en el huevo by Seguidor de Hieronymus Bosch  - 1561 - 108 cm × 126.5 cm Palais des Beaux-Arts de Lille Concierto en el huevo by Seguidor de Hieronymus Bosch  - 1561 - 108 cm × 126.5 cm Palais des Beaux-Arts de Lille

Concierto en el huevo

óleo sobre lienzo • 108 cm × 126.5 cm
  • Seguidor de Hieronymus Bosch - Siglo 16 Seguidor de Hieronymus Bosch 1561

Concierto en el huevo es una pintura que anteriormente se consideraba una copia de una obra perdida de El Bosco y que, actualmente, se considera basada en uno de sus dibujos. Sean cuales sean los verdaderos orígenes de la pieza y sean o no los detalles de la propia mente de El Bosco, la pintura es muy representativa del estilo característico del artista. El Bosco era, y es, extremadamente peculiar dentro de los preceptos de los pintores del Renacimiento. Su obra es muy conocida por su uso de imaginería fantástica, situaciones y entornos extraños y ocurrencias grotescas. En esta obra, el grupo de músicos forman la yema del huevo, que, aparentemente, simboliza su estupidez. El monje que nos da la espalda está intentando dirigir al grupo mientras señala la partitura, pero los demás parecen tener poco interés en seguirlo. Está tan concentrado en esta tarea inútil (bien por dedicación, bien por prepotencia), que no se da cuenta de que un hombrecillo, junto a una figura con cabeza de burro que toca el laúd, le está robando el monedero. Muchas de las extrañas figuras de esta pieza probablemente estén relacionadas con expresiones populares holandesas del siglo XVI, cuyo el significado, al igual que la pintura original de El Bosco, se ha perdido en el tiempo. La incorporación de proverbios y expresiones populares a las pinturas era una de las prácticas favoritas del arte neerlandés de la época (de hecho, Pieter Brueghel el Viejo dedicó una pintura entera a esta costumbre) que El Bosco utilizaría en otras de sus obras. Algunos de las figuras son un pez que una mano alcanza y en el que también se fija un gato (esquina inferior izquierda), una cesta que contiene un ave asada, pero sobre la que se posan otros pájaros vivos (parte superior izquierda) o un hombre con un ave acuática sobre la cabeza, otro con un búho y otro con un edificio a medio construir. La esquina inferior derecha nos presenta pequeños personajes (humanos y no tan humanos) trabajando alrededor de una mesa, mientras que, en el lado izquierdo, aparece una ciudad incendiada. Todos estos detalles son fascinantes, el meticuloso trabajo de un pintor desconocido que les ha dado vida de forma muy hábil.

En 2016, se cumplirán 500 años de la muerte de El Bosco y, para conmemorarlo, su ciudad natal, ’s-Hertogenbosch, organizará una exposición de sus obras. Será una magnífica exposición que presentará la mayor parte de sus 45 pinturas y dibujos. Estoy impaciente por verla. :)