A lo largo de su vida, Albrecht Dürer (Alberto Durero) estuvo convencido de que la forma humana perfecta correspondía a un sistema de proporciones y medidas, y podía generarse utilizando dicho sistema. Cerca del final de su vida, escribió varios libros en los que codificaba sus teorías. La fascinación de Durero con la forma ideal se manifiesta en Adán y Eva. El primer hombre y mujer se muestran en poses casi simétricas, idealizadas; cada uno con su peso sobre una pierna, la otra doblada, y cada uno con un brazo ligeramente flexionado hacia arriba desde el codo y algo más alejado del cuerpo. La figura de Adán recuerda al helenístico Apollo Belvedere, excavado en Italia a finales del siglo XV.




Adán y Eva
dibujo •