Por todas las cuentas, Berthe Morisot, que también fue pintora (se puede ver sus obras en DailyArt), fascinó al casado Édouard Manet. Entre 1868, cuando se conocieron, y 1874, cuando ella se casó con su hermano, pintó su retrato once veces. Su pintura, Un ramo de violetas, que Manet le dio a Morisot en 1872, es otra dimensión intrigante de su relación. Las violetas y el abanico son objetos que se encuentran en los dos retratos anteriores: El balcón, donde ella lleva un abanico rojo, y Berthe Morisot con un ramo de violetas, donde las violetas se fijan a su vestido. El tercer objeto, una carta parcialmente plegada, revela una escritura a mano que dice: à Mlle Berthe y lleva la firma, E. Manet. Algunos investigadores sugieren que la combinación de estos símbolos victorianos en particular (violetas, abanico y letra) crea un mensaje de amor encubierto. Manet dijo una vez: "No es suficiente conocer tu oficio, tienes que tener sentimientos".




Violetas
óleo sobre lienzo •