A lo largo de su carrera, Delacroix se inspiró en las novelas de Sir Walter Scott, uno de los autores favoritos de los románticos franceses. Esta pintura representa una escena de Ivanhoe: La heroína judía Rebeca, quien había estado cautiva en el castillo de Front de Boeuf (aquí en llamas), es llevada por dos esclavos sarracenos comandados por el codicioso caballero cristiano Bois-Guilbert. Las poses contorsionadas, entrelazadas y el espacio compacto, que cambia abruptamente desde el elevado primer plano hacia la fortaleza que se encuentra detrás, crean una sensación de drama intenso. Aparte de la naturaleza muerta en el lado inferior izquierdo, el único elemento calmo es la propia Rebeca.


El Rapto de Rebeca
óleo sobre lienzo •