La ficción dice la verdad mejor. Tal vez la realidad es demasiado cruel para ser vista directamente, o formamos parte fundamental de ella como para enfrentarla: en ocasiones necesitamos un poco de distancia para ser vistos. En ocasiones cuando como cegados por complejidades o el egoísmo, escogemos no ver lo que puede estar al frente de nosotros porque afecta nuestros intereses y deseos o porque requiere más esfuerzo del que estamos dispuestos a dar. Es completamente humano evitar el sufrimiento. Aunque el vidrio roto puede cortar, la transparencia de algunos hechos puede doler aún más. Negar esas entidades dañinas puede ser visto como autoprotección inofensiva pero evitar una realidad viene con un precio. Ferdinand Hodler, el pintor de hoy, fue forzado aceptar la inevitabilidad que viene con una conciencia fuerte. Su padre murió y 5 hermanos (él era el más joven de 6 hermanos) murieron de tuberculosis. Su madre se casó después con un pintor, con quien Hodler aprendió, pero pronto su madre también murió de la misma enfermedad dejando a Hodler como el último en su linaje a la edad de 13 años.
- Artur Deus Dionisio