Winslow Homer nació el 24 de febrero de 1836 en Boston, Massachusetts. Fue uno de los pintores más prominentes del siglo XIX en América, reflejando todo el colorido de una crianza transcurrida en Nueva Inglaterra tanto en el género como en los escenarios.
Reconocido tanto por sus retratos como por sus paisajes, Homer comenzó como ilustrador y artista de grabado sobre madera.
En 1859 abrió un estudio en la ciudad de Nueva York. Allí comenzó a indagar en la pintura, para luego incursionar en el paisajismo a finales de la década de 1860.
Homer se interesó en el paisaje de Massachusetts, no solo como un local, sino también como un vacacionista: a menudo visitaba a sus padres mientras veraneaban en Mashfield. Allí produjo un número notable de obras, entre ellas "La duna de arena".
Aquí retrata tres mujeres disfrutando de un día en la playa, aunque lejos del mar. Dos están reunidas al pie de una gran duna, Homer amplifica su pronunciada cuesta con pinceladas finas y descendientes. Estas son imitadas en la larga hierba que salpica el paisaje, otorgándole una cierta rigidez a la composición.
Sin embargo, una mujer se encuentra de pie sola en la cima de la duna. Sus pisadas indican que subió rodeando la pendiente empinada, su sombra larga proyectada hacia abajo a lo largo de la loma. Tanto la sombra como las huellas de sus pisadas son de la misma tonalidad azul del cielo.
¿Porqué abandonó a sus compañeras? ¿Quizás la llamaba el mar al otro lado de la duna? O como no podemos ver más allá de la duna, ¿buscaba tierra firme?
Anthony deFeo