Vuillard tomaba muchos de sus temas de la pequeña vivienda que compartía con su madre en París. Al pintar objetos familiares y comunes, elegía con frecuencia ángulos y composiciones inusuales y prestaba especial atención a las posibilidades decorativas de cada escena. Como muchas de sus naturalezas muertas, esta obra presenta un aire informal, más como si se tratara de la fotografía de una habitación que de una composición pensada, con objetos colocados de forma específica para una pintura. Aunque el centro de atención es la maceta de flores, la pila de lienzos a la izquierda de la obra confirma que se trata de una vista del estudio del artista.


Maceta con flores
aceite en millboard •