Isabella Stewart Gardner (1840-1924), el sujeto de esta pintura, era una adinerada coleccionista de arte estadounidense, patrona del arte y fundadora de su propio museo en Boston. John Singer Sargent, el artista, era un importante artista de sociedad en la Europa y America de finales del siglo XIX. Gardner y Sargent eran buenos amigos y ella coleccionó varias pinturas de él.
Aunque parece apacible al lado del retrato más famoso de Sargent de una mujer de negro: Madame X, esta pintura causó un pequeño escándalo. A diferencia del retrato femenino típico de la época, es directo y atrevido ya que Gardner mira a la audiencia directamente. La baja línea de su escote llama la atención, así como su cinturón rojo y dorado. De acuerdo con algunos de los primeros críticos de la pintura, el cinturón dirigía la mirada hacia un lugar inmoral.
El fondo dorado complejo es un textil en el museo de Gardner y parece formar un halo alrededor de su cabeza. Combinado con su pose serena, esto la hace parecer una figura religiosa de la Edad Media. Gardner era excéntrica, exuberante y definitivamente se sentía cómoda con un escándalo como éste. Su esposo, más conservador, se sentía avergonzado por algunos comentarios que la pintura inspiró en su primera exhibición. Le pidió a Isabella que no la volviera exhibir de nuevo mientras estuviera vivo. Ella mantuvo su promesa, pero ahora la pintura cuelga en su museo en un cuarto lleno de arte gótico.
- Alexandra