Este autorretrato de 1917 de Else Berg (1877-1942) es una síntesis maravillosa de influencias esotéricas y teológicas. Canalizaba sus fuentes de inspiración en imágenes oníricas, figuras fantásticas, auras y pinceladas aplumadas. Berg se retrató en una silla rodeada de aves, un triángulo rojo y un sol. La composición puede haber sido inspirada por la Evolución tríptica y teológica de Piet Modrian, que representa el despertar espiritual del hombre en tres etapas. Berg se ha colocado en el centro de su pintura como sujeto de despertar espiritual. La elección de un vestido azul y la sombra que asemeja un halo alrededor de su cabeza pueden ser interpretadas como referencias a la Virgen María, que era un tema recurrente en su trabajo durante este periodo. Los motivos religiosos y espirituales jugaron un papel importante en el trabajo de Berg entre 1916 y 1920; esto puede explicarse por los cambios internacionales en respuesta a la Primera Guerra Mundial, el socialismo y la industrialización.
La pintora alemana y judía Else Berg nació en Ratibor, Silesia del Norte (hoy Racibórz, Polonia). En 1909 viajó, junto con su primo y futuro esposo, el pintor holandés y judío Samuel (Mommie) Schwarz, a París a observar los últimos desarrollos en arte moderno. Esto trajo consigo un gran cambio en su trabajo, que hasta entonces había sido figurativo y realista. A partir de este punto, trabajó en una amplia gama de estilos modernistas que interpretaba en su propio estilo personal. En 1910, Berg y Schwartz se establecieron definitivamente en Ámsterdam y realizaron muchos viajes de arte por Europa. Finalmente se casaron en 1920 y permanecieron juntos hasta sus muertes en 1942. Desde la década de 1920 hasta el final de su carrera, las tendencias abstractas y surrealistas de París permanecieron presentes en su obra.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los nazis hicieron imposible que los judíos exhibieran sus obras. Como precaución, al inicio de la guerra, Berg y Schwarz escondieron muchos de sus trabajos con amigos. Decidieron no huir y se rehusaron a usar la estrella amarilla que les obligaban a utilizar. El 12 de noviembre de 1942, fueron sacados de su hogar y deportados a Westerbor vía el Hollandsche Schouwburg. Cuatro días después los pusieron en un tren a Auschwitz, donde fueron asesinados inmediatamente después de su llegada el 19 de noviembre.
El 27 de enero de 1945, Auschwitz, el campo de concentración y exterminio más grande de los nazis donde 1.1 millones de personas murieron, fue liberado por el Ejército Rojo. Hoy es el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto.