Courbet era un provocador. Sus imágenes de mujeres desnudas no idealizadas causaron indignación pública y, finalmente, un escándalo. Por otra parte, sus imágenes de mujeres vestidas, con su expresión de su espléndido sentido del realismo, recibieron aclamación general. Esta obra fue pintada en 1869, cuando Courbet era socialmente aceptado y alcanzó la madurez. Una joven gitana con lujurioso cabello que cae alrededor de sus hombros se encuentra en profunda reflexión. El primer plano del torso de la mujer proporciona un ejemplo excelente del soberbio sentido de la sensualidad de Courbet. No obstante, también es posible encontrar un cierto sentimento de calma poética en este trabajo. Courbet mantuvo una posición agresiva de cara al poder a lo largo de su vida y fue bastante autorrevelador. Los sentimientos de Courbet son visibles en esta imagen de una gitana perdida en sus pensamientos.


Reflejo de una gitana
óleo sobre lienzo • 61 x 50.3 cm