La intensidad psicológica de los autorretratos de Schiele no se suele encontrar en sus numerosos estudios de mujeres jóvenes (muchas de ellas desnudas o vestidas de forma provocativa), que son tratadas de manera distante, como objetos de un análisis formal. A menudo aisladas sobre el papel, sin referencia alguna a lo que las rodea, estas figuras son exquisitos estudios de la línea, la composición y los gestos. Este retrato de una mujer sentada vista desde atrás resulta expresivo aunque ni siquiera muestre su rostro. Probablemente la modelo fue Edith Harms, esposa de Schiele, con quien se casó en 1915 y que moriría de influenza solo tres días antes que él. Vestida parcialmente, pero con el pelo pelirrojo cuidadosamente peinado, la figura viste una brillante chaqueta azul a rayas sobre una camisa blanca de rayas, el atuendo de una dama respetable. La parte inferior del cuerpo, sin embargo, luce las ropas con las que Schiele normalmente representaba a prostitutas: unos calzones blancos con encaje y medias negras. La marcada diferencia entre las dos partes de su atuendo parece reflejar los propios sentimientos ambivalentes del artista hacia su esposa que aparece en su obra de diferentes formas: bien como una frígida virgen, bien como una amante apasionada.
¡Me encanta Egon Schiele! <3
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Egon <3