Entre 711 y 1492, algunos territorios españoles que estaban ocupados por dirigentes musulmanes desarrollaron una cultura cosmopolita a través del arte y la arquitectura. La píxide de al-Mughira es el mejor ejemplo de esta sofisticada artesanía real que se realizaba en la corte española del califa Omeya.
Este lujoso recipiente de marfil pudo haberse utilizado para contener materiales preciosos, como perfume. También expresa un profundo mensaje político, hecho para el hijo del califa de Córdoba.
Alrededor de toda la superficie de la píxide, cuatro medallones representan escenas con personajes y animales. Esta vista presenta a dos jinetes que recogen racimos de dátiles de una palmera.
La palmera es símbolo de los territorios orientales perdidos y recuerdan el trágico acontecimiento de la dinastía Omeya: mientras reinaban desde Damasco sobre territorios que abarcaban de España a la India, la dinastía Abasí los derrocó y tomo el poder del imperio oriental. El último Omeya se exilió entonces en España y estableció la corte Omeya española. La palmera viene del Oriente Medio y simboliza la patria Omeya perdida.
La abundante iconografía representa una gran cantidad de animales como leones, águilas y pavos reales. Hacen referencia a la poesía o a los entretenimientos de la corte como la caza.
Los expertos sostienen que también es una metáfora política. Por ejemplo, el león es un símbolo de fuerza de la dinastía Omeya (sobre la Abasí).
Este objeto se puede entender como una invitación a tomar parte en el gran diseño de la dinastía. Por otra parte, también le recuerda al príncipe lo peligroso que resulta el poder.
- Coraline Méric
P.D: Para aprender más sobre Córdoba y su herencia cultura, lee sobre un viaje Al-Andalus aquí.