A menudo recibimos correos electrónicos en los que nos dicen que echan de menos las esculturas en DailyArt. Esta situación va a cambiar este mes: durante los próximos cuatro domingos, les mostraremos las asombrosas esculturas que están expuestas en la exhibición The beginning of a new world (El comienzo de un nuevo mundo) en uno de nuestros museos favoritos, el Museo Kröller-Müller, hasta el 29 de septiembre de 2019. Comenzamos con todo un clásico de la escultura del siglo XX: una pieza de Constantin Brancusi.
El comienzo del mundo también se conoce como El huevo de Brancusi. Según el artista, este óvalo asimétrico representa la belleza perfecta. Su forma reducida y compacta no sólo alude al comienzo del mundo, sino también a los orígenes y al misterio de la vida humana.
Una parte significativa de la obra de Brancusi se caracteriza por la abstracción y la simplicidad. Sin embargo, la simplicidad no era una meta en sí para él ni tampoco lo era la abstracción; buscaba llegar al núcleo en su obra. «Si te acercas al significado real de las cosas, alcanzas la simplicidad a pesar de ti mismo».
Aquel significado real no puede expresarse mediante la representación de personas, animales u objetos de forma realista, ya que esto es apenas el exterior. De este modo, Brancusi desarrolló su propio lenguaje visual. Actualmente, se le considera el padre de la escultura moderna.
P. D. Si te gusta Brancusi, lee más aquí.