La sobrina de dos años y modelo favorita de Beaux, Ernesta Drinker (1892-1981), agarra la mano de su niñera, Mattie, cuya figura está recortada a la cintura. La composición radical y la pincelada libre reflejan la apreciación que tenía Beaux por las pinturas de Édouard Manet y Edgar Degas. Al moverse a su paso de infante a lo largo de una amplia extensión del piso pulido, Ernesta es una descendiente espiritual de los hijos reales de Diego Velázquez, dignos y vulnerables a la vez. La mano de Mattie sirve como un símbolo universal de protección y seguridad, y la gran extensión de su delantal establece la escala para la figura diminuta de la niña.
¡Que tengas un buen martes!
P. D. Mira las preciosas pinturas de hijos de artistas representados por sus madres aquí. <3