Élisabeth Vigée Le Brun
Élisabeth Louise Vigée Le Brun fue una de las grandes retratistas de su época, fácilmente al igual que Quentin de La Tour o Jean Baptiste Greuze. Nacida en circunstancias relativamente modestas, se estableció firmemente en la corteza superior de la sociedad. Después de pintar el primer retrato oficial importante de María Antonieta en 1778, que tuvo una recepción muy positiva, Vigée Le Brun fue convocada regularmente para pintar a la reina y produjo 30 retratos de María Antonieta en seis años. A la reina le gustaba sentarse para su amiga Élisabeth Louise y la recibió en sus apartamentos privados. En 1783, pintó un retrato de la reina con atuendo informal que provocó reacciones de indignación en la corte. Pero la reputación de Vigée Le Brun no sufrió, y mantuvo a sus clientes reales y aristocráticos.
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