Como otros artistas suecos, Helmer Osslund reclamaría una parte particular de su país natal como su territorio artístico especial. Su elección cayó en la vasta región de Norrland, en aquel entonces la zona menos explorada de Suecia. Allí, su arte se desarrolló pasando del realismo hasta un expresionismo decorativo. Realizó paisajes de grandes zonas coherentes de un color puro y fuerte, en un estilo liso y decorativo.
Esta gran pintura originalmente formó parte de un conjunto de las cuatro estaciones que Osslund pintó para la residencia que el propietario de la industria del cuero, Emil A. Matton, tenía en Gävle, en 1907. La casa fue demolida en 1979, pero las pinturas fueron rescatadas (las otras tres son propiedad privada). Detrás de los abedules del primer plano aparece un paisaje con las aguas tranquilas de un lago de montaña. Los colores rojizos del otoño son típicos de las pinturas de Osslund. La escena es principalmente de Klocka, en Jämtland, pero fue pintada en Abisko.
Presentamos la pintura de hoy gracias al Museo Nacional de Suecia de Estocolmo.
P.D. ¡El otoño puede ser verdaderamente precioso! Aquí puedes contemplar famosas pinturas otoñales creadas por artistas famosos <3