William Glackens
William Glackens, nacido y educado en Filadelfia, se trasladó a Nueva York en 1895, donde continuó trabajando como un exitoso ilustrador de periódicos y revistas. Hacia 1904, renunció a la ilustración en favor de la pintura. No obstante, su talento para la rápida caracterización, el gesto y la composición tuvieron una gran influencia en su obra, como se puede apreciar en esta escena llena de incidentes durante un día de nevada en Central Park.
Los temas y el estilo de Glackens cambiaron a lo largo de su vida. Influenciado por las obras que vio durante el tiempo que pasó en Europa, desde Hals y Manet hasta Frank Duveneck y los impresionistas, en sus primeras obras Glackens utilizó colores oscuros y dramáticos y pinceladas cortas y superpuestas. Posteriormente, se enamoró ciegamente de la obra de Renoir, lo que hace que aún hoy en día se le critique por su similitud con el artista. Incluso llegó a tachársele de imitador. Este cambio dio lugar a que durante las décadas de 1920 y 1930 "su otrora vigorosa personalidad artística se viera atenuada por una imitación demasiado cercana al estilo tardío de Renoir". El propio Glackens no parece haber tenido ninguna duda respecto a su propio propósito y originalidad. Su arte no reflejaba las crisis sociales de la época, como la Gran Depresión; sino que, más bien, ofrecía un refugio ante aquella oscuridad.
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