Una de las posesiones más preciadas de Gauguin fue un cuadro de Cézanne, Bodegón con frutero, copa y manzanas, que emula en este cuadro. (A Cézanne le encantaban los bodegones; puedes consultar algunos de ellos en nuestro Archivo). En un espacio igualmente comprimido, Gauguin sustituyó los mangos por las manzanas de Cézanne y una tela estampada de estilo tahitiano por un diseño de papel tapiz floral francés. Una desviación significativa es la figura humana en la parte superior derecha, vista a través de una puerta o ventana. Un año después de completar este trabajo, las finanzas de Gauguin eran tan difíciles que vendió su preciado Cézanne.
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PD.. A todos nos encantan las pinturas paradisíacas de Gauguin, pero ¿conocías el lado más oscuro del pintor? Aquí puedes descubrir por qué algunos lo llaman monstruo.