El impresionismo, probablemente uno de los movimientos artísticos más famosos del arte occidental, se caracterizó por pinceladas visibles, delgadas y relativamente pequeñas; composición abierta; un énfasis en la representación precisa de la luz en sus cualidades cambiantes (a menudo acentuando los efectos del paso del tiempo), temas ordinarios, ángulos visuales inusuales y la inclusión del movimiento como un elemento crucial de la percepción y la experiencia humanas. La pintura de hoy es un gran ejemplo del impresionismo. Las amapolas en esta pintura no son más que pequeñas pinceladas brillantes de pintura. Monet escribió una vez sobre su método de trabajo: "Cuando pintes al aire libre, trata de olvidar los objetos que ves delante de ti [...] solo piensa: aquí hay un cuadrado azul, aquí un triángulo rosa, aquí una franja amarilla y pinta exactamente lo que está ante tus ojos".
Presentamos el trabajo de hoy gracias al Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam.
¡Que tengan un feliz junio todos!