El majestuoso cisne simbolizaba la "grandeza del espíritu" para Helena Blavatsky, fundadora de la teosofía, un movimiento espiritualista de gran interés para Hilma af Klint; en alquimia, el cisne representa la unión de opuestos necesaria para la creación de la piedra filosofal, una sustancia que se creía que convierte los metales comunes en oro.
En esta serie, af Klint, la mujer que inventó el arte abstracto (sí, antes que Kandinski), combina este simbolismo establecido con sus propias interpretaciones idiosincráticas. La primera pintura representa dos cisnes: uno negro (macho, con el pico amarillo) y el otro blanco (hembra, con la cara y las patas azules). Esta cruda paleta enfatiza las dualidades de luz y oscuridad, macho y hembra, vida y muerte.
P.D. ¡Sí, lo has leído bien! Hilma af Klint es anterior a Kandinski. Aprende sobre su vida y observa sus sorprendentes obras.
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