Félix Vallotton visitó su ciudad natal, Lausana, en el verano de 1900 junto con su colega artista Édouard Vuillard. Durante su estancia, Vallotton pintó más de 30 paisajes que posteriormente se conocerían como "paisajes decorativos". En estas obras de pequeño formato, el artista compactó campos, montañas y cielos en zonas de color que dejó que chocaran directamente entre sí. A Vallotton le interesaba menos el carácter individual del paisaje que la interacción de colores y formas en el lienzo, cuyo estilo decorativo bidimensional muestra la influencia de los nabis.
Presentamos la obra de hoy gracias al Museo Städel :)