Hoy toca algo especial: una de las pinturas más emblemáticas de la historia del arte, símbolo de la angustia de la condición humana.
Munch recordaba que había salido a dar un paseo al atardecer cuando la luz del sol poniente tiñó las nubes de "un rojo sangriento". Sintió que "un grito infinito atravesó la naturaleza". Los estudiosos han identificado el lugar como un fiordo con vistas a Oslo y han sugerido distintas explicaciones para el cielo anormalmente naranja, desde los efectos de una erupción volcánica hasta la reacción psicológica de Munch al internamiento de su hermana en un hospital psiquiátrico cercano.
"Una tarde caminaba por un sendero, la ciudad estaba a un lado y el fiordo abajo. Me sentía cansado y enfermo. Me detuve y miré hacia el fiordo: el sol se ponía y las nubes se teñían de un rojo sangriento. Sentí un grito que atravesaba la naturaleza; me pareció oír el grito. Realicé esta pintura, pinté las nubes como sangre de verdad. El color chillaba. Se convirtió en El grito".
Más tarde, describió con más detalle su inspiración para la imagen:
"Caminaba por la carretera con dos amigos, el sol se estaba poniendo, de repente el cielo se tiñó de un rojo sangriento. Me detuve exhausto y me apoyé en la valla, había sangre y lenguas de fuego sobre el fiordo negro azulado y la ciudad, mis amigos siguieron caminando y yo me quedé allí temblando de la ansiedad y sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza".
La pintura de hoy se ha convertido en un ícono, tanto así que incluso se usó para un emoji. Y como hoy es el Día Mundial del Emoji... ¡😱😱😱!
P. D. El icónico Grito de Munch también aparece en nuestro conjunto de 50 postales de grandes obras maestras. :)
P. P. D. ¡El lugar representado en esta pintura existe de verdad! ¿Quieres verlo? Aquí tienes una historia de la misteriosa calle de El grito.