Esta bella escena realizada por el famoso pintor catalán Santiago Rusiñol muestra un sendero bordeado de hortensias rosas enclavado en un frondoso dosel verde en el Parc Badés, Arbúcies, una pintoresca localidad a unos 50 kilómetros al noreste de Barcelona. Los jardines de la Casa Badés cautivaron la imaginación de Rusiñol e inspiraron al menos 15 de sus obras pintadas entre 1927 y 1929. La obsesión de Rusiñol por los jardines no tenía comparación con la de sus contemporáneos. El artista realizó un viaje a Granada en 1898 que supuso un punto de inflexión para él; los jardines le ofrecieron consuelo a sus penas y dependencias personales, fungieron a la vez como metáfora de su soledad y como comentario sobre la derrota de España en la guerra hispanoestadounidense de 1898.
Ya sabes cómo pasa con el arte: o vemos una simple escena de un jardín llena de hermosas flores o puede ser un importante lugar metafórico para el artista o para nosotros. El arte es algo que puede percibirse tanto intelectual como emocionalmente; hablamos de ello en nuestro curso gratuito, Cómo mirar el arte, que está disponible si te sientes intimidado o perdido ante una obra de arte.
P. D. Santiago Rusiñol fue un maestro al captar la atmósfera apacible, y algunas veces misteriosa, de los jardines. Descubre los hermosos jardines de Santiago Rusiñol. Para saber más sobre arte catalán, visita los siguientes artículos.