Verano

Edward Hopper es uno de mis pintores favoritos. Nadie supo captar la soledad y la melancolía del mundo moderno como él.

El artista vivió en Nueva York toda su vida adulta. No retrató la ciudad como una metrópolis llena de gente, sino como el hogar de individuos aislados, como esta mujer que se detiene en la escalera de su casa en un caluroso día de verano. En esta pintura de 1943, Hopper captó el resurgimiento económico impulsado por las actividades en tiempos de guerra, el emergente sentimiento de expectación en todo Estados Unidos y la evolución de las actitudes liberales entre los jóvenes. El vestido nuevo de la mujer simboliza la floreciente prosperidad de la nación, que se aleja de las penurias de la Gran Depresión.

Parece que está esperando... ¿pero a quién? ¿quizás a las aventuras que se le avecinan?

P. D. Antes de pintar sus obras maestras, Edward Hopper solía preparar bocetos. ¿Los has visto alguna vez? Estos dibujos de Hopper te dejarán con la boca abierta. Uno de ellos fue realizado para la pintura que presentamos hoy. :)  Si quieres conocer su arte un poco más, échale un vistazo a estas inquietantes (y nostálgicas) escenas de teatros y cines que tanto le gustaba pintar a Hopper. 

P. P. D. ¿Sabes a quién más le gustaba transmitir la melancolía y la soledad del mundo moderno en su arte? ¡Gustave Caillebotte! Era conocido por su temprano interés por la fotografía como forma de arte, lo que influyó enormemente en su estilo. Si quieres saber más sobre este impresionista urbano, échale un vistazo a nuestro Megacurso en línea sobre el Impresionismo francés. :)