François Boucher recibió el encargo de realizar esta pintura por parte de Madame de Pompadour, la influyente amante de Luis XV y principal mecenas de Boucher durante casi 20 años. Inicialmente colgó de las elegantes paredes de madera de su Château de Bellevue, un palacio que inspiró obras icónicas del arte rococó. En esta pintura, Boucher representa a la diosa del amor asistida por querubines, y en ella confluyen los elementos del rococó por excelencia: expresión dramática, formas sensuales y una disposición asimétrica de lujosos muebles, telas, flores y perlas. ¡Puro rococó!
P. D.: ¿Cuántos artistas del rococó serías capaz de nombrar? Si necesitas pararte a pensar, aquí te dejamos 6 pintores del rococó que debes conocer.