Los sucesivos retratos de Julie (1780-1819), la hija de Vigée Le Brun, marcan momentos significativos en la historia de su apasionada y conflictiva relación madre-hija. En esta obra en particular, Julie es retratada como Flora, la diosa de las flores que presagia la llegada de la primavera. Está sujeta a los caprichos de Zephyr, el dios del viento que se casó con Flora y se la llevó. Cumpliendo una visión profética, Julie pronto se casó en contra de los deseos de su madre, lo que llevó a su separación.




Julie Le Brun como Flora
Óleo sobre lienzo • 129.5 × 97.8 cm