El artista autodidacta belga Léon Spilliaert creó un universo personal entre el simbolismo y el expresionismo, utilizando fundamentalmente técnicas gráficas: tinta, guache, acuarela, lápiz, tiza y pastel.
Los dominós es una pieza excepcional en la que aparecen tres misteriosos personajes ocultos tras sus disfraces de carnaval sobre un fondo indeterminado. Las formas sintéticas y triangulares, y la enorme silueta formada por las tres figuras, que ocupa casi toda la lámina, están salpicadas por toques rítmicos de blanco: el puño enguantado, los ojos y los pies de la figura del fondo.
El tema de la obra está estrechamente vinculado al carnaval de Ostende, una tradición que inspiró otras obras del artista, además de una serie de dibujos preparatorios para esta pintura. Al igual que su compatriota James Ensor, Spilliaert se interesó por la ambigüedad de la máscara, que al mismo tiempo esconde y revela, es traviesa y trágica. La inquietante extrañeza y la incógnita de los personajes enmascarados, dinámicos y a la vez inmóviles dentro de sus disfraces, están impregnadas de cierta liviandad. El juego de la seducción no está desprovisto de angustia: la mujer que sonríe está acompañada por dobles rígidos y espectrales, y su propia sonrisa, paralizada e inquietante, contrasta con su joven piel rosada, recordando así a los esqueletos en las danzas de la muerte.
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P. D.: Echa un vistazo al fascinante mundo de Léon Spilliaert. ¿No te parecen intrigantes sus pinturas?