A menudo se considera que el cubismo es una abstracción total de los movimientos tradicionales de la historia del arte, pero no es cierto. Picasso recuperó mucho de sus predecesores, al igual que otro maestro español de la abstracción: Juan Gris.
Esta pintura al óleo, un retrato de la esposa del artista, Josette Gris, refleja un momento crucial del cubismo. Marca el paso de una experimentación radical a una búsqueda de la continuidad con la pintura tradicional, un cambio influido por el clima político en Francia durante la Primera Guerra Mundial.
Este retorno a los temas clásicos es evidente en el tema de la obra de Gris, que a menudo hace referencia a un pasado reinterpretado, sobre todo a partir de 1916, cuando empezó a inspirarse en pintores como Corot y Cézanne. Aunque es poco probable que Gris modelara directamente la pose de Josette a partir de una de las figuras de Corot, su postura evoca una sencillez cotidiana que recuerda el mismo tono que a veces utilizaba Picasso. Las reinterpretaciones de la tradición francesa, desde los bodegones de Chardin hasta las campesinas de Corot y los paisajes de Cézanne, cuestionan la noción de Gris como pintor español influido por los artistas del Siglo de Oro español (que es como suelen verlo los historiadores del arte). Por el contrario, lo sitúan en el contexto de la evolución de la tradición francesa, moldeada por el auge del nacionalismo durante y después de la Gran Guerra.
P. D. Si te interesa esta historia, puede que te interese nuestro curso en línea Cubismo 101: Picasso, Braque y los demás.
P. P. D. ¿Eres fan del cubismo y de Pablo Picasso? Haz nuestro TEST de Picasso y comprueba cuánto sabes sobre este emblemático artista.