Montreal en invierno

Montreal en invierno contrasta fuertemente con el resto de la obra de Helen McNicoll, tanto por su temática invernal (que requiere un tratamiento diferente de la luz y la atmósfera) como por su género, como escena urbana, un tema que rara vez exploró. En la pequeña pintura, la nieve domina dos tercios del lienzo y cubre por completo la calle y un árbol. La nieve del suelo está representada esquemáticamente a grandes rasgos, mientras que la nieve que se acumula en el árbol imita el tratamiento del follaje típico de McNicoll, realizado con toques más pequeños y delicados. El árbol solo se muestra parcialmente a través de representaciones lineales del tronco y las ramas. Las figuras, esbozadas con rapidez, pero con evidente habilidad, destacan sobre la escena con sus ropajes oscuros. Mientras tanto, la arquitectura del edificio está parcialmente cubierta por la nieve, lo que crea fuertes zonas de contraste que contribuyen a la cualidad única de la luz de la pintura. Como en muchas de las obras de McNicoll, los elementos naturales (ya sean el follaje, la hierba o la nieve) sirven como motivos decorativos que estructuran el espacio pictórico, conformado fundamentalmente por la materialidad de la propia pintura.

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