Henri Matisse
Este retrato de la esposa del artista, Amélie, es una de las obras más célebres de Matisse y una obra maestra del retrato del siglo XX. Su fuerza reside en su sorprendente simplicidad geométrica y en el audaz juego de colores. La profundidad espacial se reduce al mínimo, y los efectos tradicionales de luz y sombra se sustituyen por planos de color puro.
El cuadro fue creado probablemente en otoño de 1905, después de que Matisse regresara a París tras pasar el verano en el pueblo pesquero de Collioure. Allí, junto a André Derain, llevó a cabo experimentos radicales con el color, tratando de liberarlo de su papel descriptivo tradicional, permitiéndole funcionar como una fuerza independiente. La paleta poco ortodoxa de este retrato es una consecuencia directa de esas innovadoras exploraciones.
Con esta obra maestra queremos animarle a visitar la colección en línea del Statens Museum for Kunst. Allí encontrará una amplia gama de pinturas, dibujos, grabados y collages de Matisse, ¡Todo de libre acceso!
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